James Matthew Barrie
nació el 9 de mayo de 1860 para regalar al mundo un personaje
inolvidable, Peter Pan el niño que no quería crecer.
James Matthew fue el segundo de los diez hijos que engendró el
victoriano matrimonio formado por el tejedor Alexander Barrie y
la severa Margaret Ogilvy. Cuando James tenía seis años,
su hermano mayor, David, murió en un accidente de patinaje poco antes de
su decimocuarto cumpleaños. Su madre, que nunca superó aquella
tragedia, ignoró desde entonces al que por fatalidad se había convertido
en el hijo mayor. Cuando se encontraba con él preguntaba de forma
reiterada: «David, ¿eres tú, puedes ser tú?» Y Su reacción al
comprobar que se trataba de James eran tan cruel hacia el niño como
hacia sí misma producto de una profunda depresión : «Ah, sólo eres tú».
En cuanto al padre, no tenía el menor contacto con ninguno de sus hijos. Fue probablemente esta extrema desatención la que desencadenó en James un enanismo psicogénico:
nunca alcanzó la pubertad y su crecimiento se detuvo en un metro
cuarenta y siete. A pesar, o tal vez a causa, del desamor del que fue
víctima por parte de su madre - víctima a su vez de su propio dolor -,
siempre sintió hacia ésta una adoración sin límites. Reverenció asimismo, con una obsesión casi
enfermiza, al hermano muerto, hasta tal extremo que ese niño que nunca
acabó de crecer -muriendo por tanto en una absoluta perfección- ,
renació posteriormente en la figura de Peter Pan.
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